miércoles, 2 de marzo de 2016

Fernando Ruiz-Falcó
Vicepresidente en Steelmood

Agile no es una metodología más, sino que implica un verdadero cambio de paradigma para la gestión del desarrollo, despliegue y mantenimiento de software, que proporciona beneficios significativos como la mejora del time-to-market.

En un futuro próximo, la gran mayoría del software de gestión a medida se producirá y mantendrá utilizando marcos de trabajo Agile, de la misma manera que actualmente la gran mayoría de los productos físicos (automóviles, electrodomésticos, electrónica de consumo, etc) se fabrican utilizando marcos de trabajo basados en Lean.

El grado de adopción de metodologías Agile es muy avanzado en algunas zonas del mundo: Estados Unidos, México, Colombia y países del norte de Europa. Sin embargo, en el sur de Europa en general, y en España en particular, el fenómeno está en sus comienzos.

Así, muy pocas grandes compañías españolas han empezado a realizar sus primeras experiencias en Agile antes de hace uno o dos años, algunas lo están haciendo este año, otras están comenzando a planificar su comienzo y otras todavía tienen pendiente planificar su comienzo.

En esta situación surgen varias preguntas:
  • ¿Cuándo y cómo empezar a trabajar en Agile?
  • ¿Cómo decidir si un proyecto se realiza en Agile o no?
  • ¿Cómo es la convivencia Agile/Clásico en la organización?
  • ¿Cuáles son las implicaciones de empezar a trabajar en Agile?

Intentaremos ir respondiendo a estas preguntas en siguientes entradas a este blog. Lo realmente importante es empezar y evolucionar. Y, para empezar, lo único verdaderamente necesario es:
  1. Un patrocinador (de negocio).
  2. Un patrocinador (de sistemas).
  3. Un equipo comprometido.

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