miércoles, 28 de enero de 2015

Ramon Luis Gil Barrigüete
                 Especialista en Innovación Corporativa y Desarrollo Organizacional

Cuando ocurre un hecho, una transformación sobre la que no es posible ofrecer una explicación con métodos científicos, se califica de "milagro". Pero también utilizamos esta palabra cuando el hecho en si mismo resulta inexplicable en el medio en el que ocurre, aunque sea corriente en otros ambientes.

El desierto contiene entre sus granos de arena una cantidad increíble de semillas, pero únicamente germinan aquellas que encuentran las condiciones propicias y esto solo ocurre en los oasis. Los vientos trasladan por medio mundo y depositan en la arena esta mercancía. Es en estos lugares únicos, los oasis, donde se produce el milagro del desierto y brotan palmeras y otras variedades de plantas y arbustos. Donde parece no existir vida ni posibilidad de arraigarla, surge la variedad y la supervivencia.


¿Qué tiene que ver esta estampa con la Innovación... y el Talento? Pues tiene ciertas analogías que son muy interesantes comentar. Relacionemos conceptos:
·                     Semilla = Persona: Las personas, como he trasladado en alguna ocasión (Artículo: "Charles Darwin, la Selva Amazónica y la Innovación Natural"), poseen una condición innata que les "obliga" a mantenerse despiertos y salvar los riesgos que se presentan. Toda persona posee cualidades y en manos del Líder está extraer lo mejor.
·                     Viento = Oportunidad: Los avatares de la vida se presentan siempre como oportunidad, otra cuestión es que sepamos o queramos aceptarlo (en ocasiones somos débiles y nos acomodamos en el victimismo). Las oportunidades se presentan y desaparecen como lo que fueron en un momento determinado. Pasará otro tren, pero el maquinista, los vagones y los pasajeros no serán los mismos, aunque sí lo sea el destino, lo que condicionará nuestra percepción del viaje.
·                     Desierto = Corporación: Lo primero es aclarar que no todas las Corporaciones/Organizaciones/Empresas son desiertos, pero para nuestra analogía nos viene que ni pintado (gracias por darme la licencia). En la Organización, aunque no sean perceptibles entre la burocracia, los vicios adquiridos y la base yerma de los procedimientos "de siempre", existe personas con capacidad y potencial. Una Organización con miedos, reparos, indecisiones y/o rechazos con la Innovación es un desierto donde las personas trabajarán ocultas y sin proyección. (Artículo: "Dime la composición de tu plantilla y te diré cuán innovador eres")
·                     Agua = Cultura: Podemos poseer unos procedimientos bien aquilatados al modelo de negocio, herramientas modernas y productos/servicios de utilidad a los clientes, pero si la Cultura Innovadora no existe, esteremos abocados al desastre, más pronto que tarde. Encallaremos en la no evolución.
·                     Milagro = Innovación: La Innovación se ha convertido en el motor del Negocio. Con una estrategia bien diseñada aportará la credibilidad que requiere el mercado, el valor que exigen los accionistas y la fiabilidad que buscan los clientes.
·                     Palmera = Talento: Con todos los ingredientes en el mortero, el talento aflora y la Innovación es una realidad incuestionable e imparable. Un talento aislado no sirve a nuestros propósitos, al igual que la inteligencia individualizada en un grupo solo aísla a los individuos. (Artículo: "¿Hacemos "güija" organizativa? La Inteligencia Colectiva en la Innovación")
¿Qué pensaríamos si viéramos a una persona con una regadera por el desierto? Pues esta es la forma en que muchos profesionales intentan obrar el milagro en su organización. Si alguien siente pena de estas personas está muy equivocado. Se están formando profesionalmente y fortaleciendo su resiliencia. Si no lo consigue en su actual ubicación estará extraordinariamente preparado para retos mayores.

Tenemos toneladas de Talento en nuestras Organizaciones y no siempre somos capaces de detectarlo o simplemente que asome. Hemos de tener en cuenta que el Talento Innovador siempre va unido a la inquietud y si no detecta un ecosistema acorde a sus necesidades de inteligencia expansiva, volará de nuestras manos.

El talento aislado puede aflorar si el beneficiario posee también espíritu aventurero y se lanza a emprender. De no ser así se perderá en la masa amorfa de la mediocridad. El talento brillará cuando se encuentre con más talento y compartan el entorno idóneo para crear, para innovar. El oasis perfecto para el Talento es la Organización Innovadora. Este es el hábitat donde el talento interno expandirá su potencia y el talento externo acudirá a refugiarse y aportar experiencias.

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