martes, 6 de mayo de 2014



Fernando Ruiz Falcó
Vicepresidente en Steelmood


Con la apertura del CAIS (Centro Avanzado de Ingeniería de Software) de Steelmood, estos últimos años, he tenido ocasión de hablar en profundidad con los responsables de desarrollo de software de las principales compañías españolas. Esto me ha permitido tener una idea de los problemas reales desde el punto de vista del “Gran Consumidor”, es decir, compañías que invierten cientos de millones de euros al año en desarrollar software a medida de sus necesidades. Este mercado tiene un tamaño de unos tres mil millones de euros en España y unos 3 billones de dólares en el mundo.

Es increíble lo poco evolucionado que está el paradigma actual de gestión de la producción de desarrollo de software. La única explicación sencilla que se me ocurre para tan llamativo fenómeno es que mentes brillantes, tanto en los propios clientes como en sus proveedores, están tan absorbidas por el poder (y evolución) de la tecnología, que no tienen tiempo suficiente para detenerse a reflexionar sobre el proceso productivo en sí mismo.

Hoy todas las industrias que fabrican en el mundo físico (automoción, electrónica de consumo, aeroespacial, maquinaria pesada, etc.) actúan así: tienen una parte de los cerebros enfocados a mejorar el producto a fabricar y, la otra parte, a mejorar el proceso productivo. Ya Deming  http://en.wikipedia.org/wiki/W._Edwards_Deming introdujo en los años 40 los conceptos de control estadístico de procesos, filtros de calidad y mejora continua, ampliamente adoptados por la industria japonesa durante los años 80 y que han servido de base para el concepto de Calidad Total (TQM) que hoy utiliza la industria manufacturera.

Pues bien, la fabricación de software a medida para grandes corporaciones, se conforma con adoptar superficialmente etiquetas formales (ISO, CMMI, etc.) sin abordar los problemas reales desde los propios equipos de trabajo, como lo hacen otras industrias desde Deming. El resultado es una versión digital de lo que genialmente relataba Charles Chaplin en la película Tiempos Modernos (1.936).

Por supuesto que ni a Toyota ni a Motorola, por citar sólo dos ejemplos, les ha sido sencillo mejorar tan significativamente sus métodos productivos. Es imprescindible:

  • La visión y el compromiso de la alta dirección
  • La disciplina e insistencia en el tiempo
  • La involucración de todos los actores afectados (operarios, supervisores y gestores).

La tarea no es fácil, pero la motivación, clara. Quien no proceda de ese modo, desaparecerá por puro darwinismo competitivo, pues ¿Quién quiere comprar un coche, por decir algo, peor o más caro?

Y así ha ido sucediendo estos últimos treinta años en todas las industrias que fabrican bienes físicos, quien no haya mejorado significativamente su proceso productivo, ha desaparecido. Ha llegado el momento de que la industria del software asuma el reto. Para ello, Steelmood comienza por poner sobre la mesa una propuesta disruptiva: su método productivo SSD (Steelmood Software Development), que permite disminuir a la mitad el coste total del desarrollo de una gran corporación.  

1 comentarios:

  1. Muy buen artículo Fernando. El mundo sel software tiene que mejorar sus metodologías de diseño y desarroloo de Sistemas de Información y las empresas como Steelmood son las que están liderando este proceso.Felicidades.

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